La Ruta de Las tres Catedrales
Barbastro-Monzón
Una, dos y hasta tres son las catedrales que atesora la Diócesis de Barbastro-Monzón. Máxima expresión de la fe y espiritualidad de un tiempo, una época, una historia, un territorio. Estos tres hitos monumentales destacan por sus soberbios edificios, magníficos ejemplos del románico y el gótico y por resumir la esencia de la historia de esta Diócesis. Su construcción y los acontecimientos que en ellas han transcurrido, han marcado la historia de esta milenaria Diocesis. A través de su devenir, cargado de multiculturalidad, integración, empeño, a través de sus construcciones y a través de los estamentos sociales que les dieron vida, podemos acercarnos a su esencia. La celebración continuada de sesiones de cortes, la espiritualidad profunda y el valor y arrojo de un pueblo para elevar su dignidad diocesana han quedado impresos en sus muros y en la historia. Adéntrate con nosotros en este apasionante viaje a la Edad Media, en la que, bajo un mismo cielo, las diferentes culturas, los diferentes estamentos sociales, los peregrinos y fieles tejieron la historia que nos ha traído hasta la actualidad. En este viaje en el tiempo al medievo descubrir a través de las experiencias inmersivas esta fascinante época.
Una ruta por la historia viva del Alto Aragón: las tres catedrales de la diócesis de Barbastro-Monzón
Roda de Isábena, corazón espiritual e histórico de esta diócesis, fue la primera sede episcopal en el siglo X, nacida en el centro de la Marca Hispánica. En un rincón pirenaico hoy considerado parte de la “España vaciada”, surgió un poderoso centro religioso y cultural. La catedral de San Vicente, joya del románico, alberga la memoria del obispo san Ramón, figura esencial en la configuración espiritual del territorio. El solemne traslado de sus reliquias en 1170, presidido por Alfonso II de Aragón, convirtió a Roda en un centro de peregrinación y devoción. Aun hoy, su sarcófago románico policromado y el ajuar funerario del santo, con tejidos de origen egipcio y centroasiático, evocan la interculturalidad y la riqueza espiritual de la época.
La segunda etapa de esta ruta nos conduce a Monzón, donde la concatedral de Santa María del Romeral habla de poder y decisiones que marcaron el rumbo del Reino de Aragón. Escenario de múltiples sesiones de las Cortes entre los siglos XIII y XVII, esta iglesia fue elegida por su posición estratégica entre Cataluña, Valencia y Aragón. Por sus naves caminaron monarcas como Jaime I, Fernando el Católico o Felipe IV. En palabras de Baltasar Gracián, Monzón fue “emporio de las Cortes” y “oficina de leyes y paces”. Este templo no solo albergó decisiones políticas fundamentales, sino que refleja también el papel de la nobleza y la monarquía en la configuración de la sociedad medieval altoaragonesa.
El itinerario concluye en Barbastro, cuya catedral de Nuestra Señora de la Asunción es símbolo del esfuerzo de una comunidad por recuperar su estatus episcopal. Desde su pasado como mezquita transformada en iglesia, colegiata y, finalmente, catedral gótica, la historia del templo es la de un pueblo llano que aspira a más. Con la colaboración de gremios y ciudadanos, se levantó una de las iglesias más elegantes del gótico aragonés, destacada por Chueca Goitia como “uno de los salones más hermosos de nuestra arquitectura religiosa”. Barbastro representa la pujanza de una burguesía incipiente, deseosa de reconocimiento y protagonismo.
Este triángulo catedralicio no solo ofrece una experiencia artística y patrimonial de primer orden, sino que actúa como hilo conductor de un relato social más amplio. Roda encarna el poder eclesiástico; Monzón, el monárquico y nobiliario; y Barbastro, el del pueblo que avanza hacia la burguesía. Juntas dibujan el mapa estamental de la Edad Media, pero también su evolución. Además, en todas ellas resuena la huella de una convivencia compleja entre culturas: cristianos, musulmanes y judíos compartieron espacio, saberes y símbolos.
La ruta de las tres catedrales no es solo una propuesta cultural: es una herramienta de desarrollo sostenible. Promueve un turismo respetuoso, accesible y equilibrado, que valora el patrimonio como motor de progreso, tal y como lo fue en sus orígenes. También ofrece una oportunidad para releer la historia con nuevas miradas: desde el papel de la mujer, presente en las tejedoras de Roda, las reinas de Monzón o las burguesas de Barbastro, hasta la revalorización de la ruralidad como espacio de creación, poder e identidad.
En definitiva, esta ruta propone mucho más que una visita a tres templos: es una travesía por la esencia del Alto Aragón, sus cambios y permanencias, su pasado y su porvenir.
Localiza el enclave
Catedral de San Vicente Mártir (Roda de Isábena)
Catedral de Santa María del Romeral (Monzón)
Catedral de Santa María de la Asunción (Barbastro)
Condiciones de la Visita
Horarios
- Catedral de Roda de Isábena: lunes (Visitas a las 11:15h, 12:30h y 13:30h). De miércoles a domingos (Visitas a las 11:15h, 12:30h, 13:30h, 16:30h y 17:30h). Martes: Cerrado.
- Barbastro: De martes a jueves: de 11h a 13h y de 16h a 18h; viernes: de 11h a 13h y de 16h a 19h; sábados: de 10h a 13h y de 16h a 19h; domingos: de 11h a 14h.
- Monzón: Sábados y domingos: de 12 a 13h
Precios:
- 10€
Normas de la Visita
–
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