Castilla-La Mancha. Interculturalidad y convivencia.

Tras su conquista en 1085 por Alfonso VI, la ciudad de Toledo se convirtió en la “ciudad de las tres culturas” o de las tres grandes religiones monoteístas. Años más tarde, el rey de origen toledano Alfonso X de Castilla “El Sabio”, al garantizar los derechos de los cristianos, judíos y musulmanes, hizo de la ciudad un centro religioso, cultural e intelectual de primer orden, no solo en la península ibérica sino en toda la cristiandad occidental. La ciudad se convirtió así en un lugar de convivencia de un buen número de judíos, de musulmanes libres, llamados mudéjares, y de cristianos, que siglos antes habían recibido el nombre de mozárabes. Fruto de este contacto entre los miembros de las tres religiones encontramos abundantes huellas de esta coexistencia de culturas en cada rincón de la ciudad y en buen número de sus emblemáticas construcciones.

Es tal el marco donde se ubica el proyecto que nos ocupa, la Iglesia del Convento de Santa Úrsula, claro ejemplo de la arquitectura conventual que ha contribuido a la configuración del tejido urbano, dando a Toledo una identidad propia como “ciudad conventual”. Se trata de uno de los conventos más antiguos de la ciudad, fundado en 1259, durante el reinado de Alfonso X, como un beaterio acogido bajo la Regla de San Agustín. Ya desde los inicios, la honestidad y el recogimiento de las religiosas suscitaron numerosas limosnas y bienhechores que favorecieron en el siglo XIV la construcción de la iglesia, recogiendo en ella la herencia del mudéjar toledano o del arte hispano-musulmán, reflejo del concepto medieval de belleza que surgirá de la convivencia de culturas.

El proyecto va a tratar de mostrar cómo este ideal de belleza nos habla de un misterio que nos trasciende y que se ha materializado en la vida oculta y en la fuerza espiritual que ha generado la vida religiosa, no solamente en el medievo sino también en nuestros días. A través de una experiencia inmersiva, guiados por la luz, y sirviéndose de la arquitectura, la escultura y la música, el visitante podrá experimentar esta belleza queune a Dios y al hombre, ayudando a redescubrir su significado último y sobrenatural.

El visitante podrá realizar un recorrido inmersivo por distintos ámbitos de la iglesia. Inicialmente será introducido en el significado de la vida conventual, en su historia y espiritualidad, destacando en ésta la importancia de la mujer y ambientado con elementos propios de la actividad desarrollada intramuros. La música de órgano y el canto litúrgico, propio del oficio divino, darán paso a desarrollar una experiencia auditiva que traslade al espectador de forma cronológica y espacial al medievo, contextualizado en el espacio sagrado. Junto con la música, sumando la narrativa y un espectáculo de proyección videomapping, la experiencia culminará frente al retablo de “La Visitación” de Alonso Berruguete, de inicios del siglo XV. En el summum de la belleza artística, que exalta lo divino y lo humano en su relación con Dios, mediante la utilización de nuevas tecnologías y juego de luces, el conjunto escultórico se mostrará como una puerta que da paso a un renacer y a una nueva época en la que desemboca el medievo.

La experiencia proyectada, dirigida a todo tipo de público, independientemente de su edad o creencia, pretende hacer accesible el patrimonio material e inmaterial ligado al espacio de la Iglesia conventual de Santa Úrsula y ofrecer una iniciativa turística de carácter innovador, sostenible y de calidad dentro del proyecto común “Expedición 4.0 al Medievo”.

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