Ría y San Antón

Adentrarse en el enclave de Bilbao es iniciar un viaje en el tiempo que permite comprender cómo nació y creció la villa a orillas de la Ría, en un lugar privilegiado para el comercio y la vida marítima. La experiencia comienza con la voz de Don Diego López de Haro, señor de Bizkaia, quien en 1300 decidió fundar la villa sobre un suelo de roca firme, ideal para construir un puerto protegido de riadas y tormentas. Junto a él aparece Doña María Díaz de Haro, su sobrina y refundadora en 1310, que recuerda con orgullo cómo consolidó el poder de la villa y su puente estratégico. Sus palabras recrean los orígenes de un Bilbao comercial, donde las lanas castellanas se embarcaban hacia Flandes y regresaban productos de lujo que llenaban las ferias de Castilla.

El relato se enriquece con la intervención de Don Tello, hijo del rey Alfonso XI, que evoca la construcción de la muralla y de un castillo estratégico en el siglo XIV, y con la voz del cantero que, en 1480, levantó la iglesia gótica de San Antón. A través de estos testimonios, se percibe cómo el puerto y el templo se convirtieron en el corazón de la villa, punto de encuentro de comerciantes, marineros y devotos.

La experiencia no se limita a las piedras y al comercio: también emergen voces que nos acercan a la vida cotidiana. Una beata narra la libertad y compromiso de las comunidades femeninas que servían a Dios y a la sociedad desde sus beaterios, mientras el artista flamenco Juan de Beaugrant da testimonio del auge económico y cultural del siglo XVI, cuando Bilbao se convirtió en un centro de mecenazgo artístico y religioso. A su vez, una mujer que reza sobre su sepultura nos recuerda que la iglesia era también lugar de entierro, símbolo de jerarquías sociales incluso tras la muerte.

El recorrido se completa con escenas de inundaciones, fiestas populares, reuniones de cofradías y la voz de una feligresa actual que conecta pasado y presente. Ella muestra con orgullo el retablo contemporáneo de Iñaki García Ergüin, ejemplo de cómo Bilbao mantiene viva la tradición al tiempo que apuesta por la innovación artística.

En conjunto, la visita al enclave de Bilbao es una experiencia inmersiva que combina historia, arquitectura, devoción y vida social. A través de la interacción con personajes de distintas épocas, el visitante descubre cómo esta villa, nacida junto a la Ría y bajo la protección de San Antón, se convirtió en un puerto próspero y en un símbolo de identidad que perdura hasta nuestros días.

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